San Ildefonso en el Tiempo | Los pasajes de la sillería

Utopía para el nuevo mundo
Los pasajes de la sillería del Convento de San Agustín
 

Y la casa estaba cubierta de cedro por
 dentro, y tenía entalladuras de calabazas
 silvestres y de botones de flores.
Todo era cedro; ninguna piedra se veía.
1 de Reyes: 6 - 18

El arte estuvo al servicio del proceso evangelizador para llevar a cabo la labor difusora de la cristiandad. De los talleres españoles, flamencos e italianos llegaron a América estampas, grabados y publicaciones por millares, las cuales fueron referentes para los maestros de distintas disciplinas y talleres. 

Salón El Generalito en San Ildefonso, interior ©️ Mediateca INAH

La sillería del convento de San Agustín está conformada por paneles altos y sillares que suman un total de 157 piezas, de las cuales 140 se encuentran en el salón El Generalito, mientras que las restantes se encuentran registradas en las colecciones del Museo Nacional de Historia y del Museo Franz Mayer.

Los especialistas Rafel García Granados y Carlos Martínez Assad destacan que los relieves del mobiliario están basados en los grabados de una biblia francesa del siglo XVII, plasmados y narrados en los libros De los Jueces y De los Reyes del Pentateuco, así como del Apocalipsis.

Se desconoce cómo se encontraba la disposición de la sillería en el convento; sin embargo, si tomamos como referencia el espacio ortogonal de El Generalito, se puede concluir que el espacio religioso y el mobiliario eran correspondientes a su dispersión y acomodo; en ello estaba presente el lenguaje y los dogmas de la iglesia. La sillería fue colocada con la intención de dar mayor sentido, por ejemplo: los pasajes del Antiguo Testamento están posicionados en la parte oriental del Salón, mientras que los pasajes inspirados en Libro de las revelaciones se encuentran ubicados en la dirección poniente. Esto es una alusión: cuando el reino de dios se acerque, levantará de entre los muertos a todos sus creyentes y mirarán hacia donde se pone el Sol para irse con él.

Aunque la sillería es una pieza de principios del siglo XVIII, no significa que las biblias y demás libros sagrados no hubiesen permanecido. Las biblias ilustradas fueron maravillas resguardadas en las bibliotecas de conventos; sus contenidos, después de las resultas del Concilio de Trento, se revisaron cuidadosamente para evitar cualquier distorsión.

Todo era correspondiente con el lenguaje de lo sagrado: templos, iglesias, basílicas y catedrales sustentan su estructura en la narrativa que emula la arquitectura del templo de Jerusalén, y que cobra coherencia cuando en una construcción arquitectónica encontramos referencias que son posibles de rastrear en la literatura:

Así pues, Salomón labró la casa y la terminó. Y cubrió las paredes de la casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la casa hasta las vigas de la techumbre; cubrió también el pavimento con madera de ciprés.

1 de Reyes: 6-15

Las sagradas escrituras estaban restringidas para el pueblo. Aquí cabe preguntarse cómo fue que Tomás Xuárez y Salvador de Ocampo accedieron a las imágenes de una biblia con tales características. Es probable que hubiesen contado con la asesoría permanente de frailes agustinos, quienes los ponían al tanto. Cada pasaje adoctrinaba y educaba a la población, por ello debían contar entonces con una narrativa puntual y cuidadosa respecto a los temas, formas y elementos, pues cada lienzo, escultura y mobiliario que revestía el espacio sagrado tenía que ser identificable para todos para no despertar ninguna duda o cuestionamiento respecto a su representación.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • García Granados, Rafael. Sillería del coro de la antigua Iglesia de San Agustín. México, Imprenta universitaria, 1941.
  • Maquívar, Ma. Del Consuelo. “La sillería de El Generalito” en Antiguo Colegio de San Ildefonso. México, Nafin, 1997.
  • Martínez Assad, Carlos. Legado mesiánico. La sillería del coro de San Agustín. México, UNAM, 2015.
  • Moreno Villa, José. La escultura colonial mexicana. México, FCE, 2004.
  • Weckmann, Luis. La Herencia Medieval de México. México, FCE, 1983

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