Maestros Muralistas | Siqueiros: el encuentro con Diego Rivera


David Alfaro Siqueiros: el encuentro con Diego Rivera y su incursión como muralista en la Preparatoria de San Ildefonso

 

El arte mexicano producido por algunos artistas del siglo XX

fue el resultado de una inmersión de México en su propio ser

Octavio Paz 


David Alfaro Siqueiros, 
El entierro del obrero sacrificado, (1921-1924), 
Patio de novicios, Colegio de San Ildefonso.

Posterior a su encuentro y conversaciones con Diego Rivera en España, David Alfaro Siqueiros estableció los principios del conocido Llamamiento, gracias a que Rivera lo puso al tanto sobre la pintura modernista correspondiente al último tercio del siglo XIX.

La llegada de Siqueiros a la preparatoria de San Ildefonso lo situó frente a la obra de sus colegas, por lo que, al presenciar La creación, no encontró esa novedosa pintura de la que tuvo noticias, pues la postura de Diego era la de retomar una tradición universal en la que las culturas propias del continente se sumaran a ese proceso de reinvención identitaria.

Era el momento de que Siqueiros concibiera aquella pintura que sería realmente diferente, pues lo que había visto hasta entonces no le satisfizo. Para ello, se dio a la tarea de expresar, a partir de la configuración de un ángel revolucionario, una evocación de los elementos —esenciales para las culturas originarias—.

David Alfaro Siqueiros, Los elementos, (1922),
Patio de novicios Colegio de San Ildefonso.

Sin embargo, Siqueiros buscó y se enfrentó —como él mismo lo menciona— a una reconfiguración del espacio arquitectónico: el cubo de la escalera del patio de novicios no le otorgaba la espacialidad del cubo del patio principal que ya ocupaban Fernando Leal y Jean Charlot. Recurrió entonces a la abstracción para crear formas novedosas con las que pretendió reunir la presencia étnica y geográfica del país, con el propósito de recuperar las enseñanzas transmitidas por el Doctor Atl.

También utilizó motivos marinos que ya se develaban de las excavaciones en Teotihuacán y que eran objeto de estudio del maestro Manuel Gamio; de esta manera, buscó a toda costa esa síntesis donde la creación propia y el pasado dieran origen a una pictórica digna de llamarse nueva.

Al final, David Alfaro Siqueiros continuó su intervención en el cubo de la escalera de la preparatoria, pero su postura contestataria y su personalidad politizada al extremo lo mantuvieron en un proceso intermitente que postergó la conclusión de su obra. Sin embargo, la experimentación vivida por el artista al interior de los muros de San Ildefonso dio nacimiento a uno de los tres grandes del muralismo mexicano.


Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • Herner, Irene. Siqueiros: Del paraíso a la utopía. México, Porrúa, 2010.
  • Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida cultural y política 1901-1929. México, Editorial Océano, 2002.
  • Ramírez, Fausto. Modernización y modernismo en arte mexicano, México, UNAM, 2008
  • Roura, Alma Lilia. Olor a tierra en los muros. México, Educal, 2010.


¿Quieres saber más sobre la historia del Colegio de San Ildefonso?

        

Comentarios

Publicar un comentario

Destacados