EFEMÉRIDE SAN ILDEFONSO 𑁦 Día Internacional de la Lengua Materna

21 de febrero de 1999

Día Internacional de la Lengua Materna

El mundo se empobrece cuando se pierde una lengua o una cultura, y se empobrece también cuando todo se uniforma en modo alguno.
Miguel León-Portilla 

©Códice Ixtlilxóchitl. Bibliothèque nationale
de France. Dèpartement des Manuscrits.
Mexicain 65-71
Como parte de las acciones de inclusión, desarrollo sostenible y oportunidades para todos, la UNESCO estableció el Día Internacional de la Lengua Materna desde 1999, ya que en el mundo existen alrededor de siete mil idiomas, de los cuales un 50% están en riesgo de desaparecer. 

Como una posibilidad de integración en el progreso de la humanidad desde la cosmovisión originaria de los pueblos, la UNESCO propuso que para un desarrollo más equitativo e incluyente, la tecnología debería de estar disponible para el aprendizaje de las poblaciones, grupos y comunidades con lenguas propias, por lo tanto, debe ser un derecho ineludible para preservar su identidad y al mismo tiempo acceder al desarrollo. 

México es uno de los países con mayor diversidad multicultural del mundo. En su territorio se hablan 68 idiomas o lenguas originarias además del español; con la reforma a nuestra Constitución, en su Artículo 2° reconoce desde 2001 que la base de la identidad cultural de la nación es pluricultural, sustentada originariamente en los pueblos indígenas asentados en su territorio; por lo tanto, se garantiza el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a su autonomía, lo mismo que el derecho a enriquecer sus lenguas y culturas.  

A través del tiempo, el devenir de la identidad cultural de México se ha configurado en la preservación y conocimiento de las lenguas maternas: en el siglo XVI se crearon colegios para indígenas como el de Santa Cruz en Tlatelolco, que gracias a su labor, se preservaron referentes para comprender la complejidad del mundo indígena ante los cambios impuestos por la cultura occidental. Personajes como Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1568-1648), descendiente de los linajes indígenas de los acolhuas de Texcoco, se dieron a la tarea de documentar y resguardar las reminiscencias del pasado indígena.

Los saberes conservados en conventos franciscanos fueron referentes para los jesuitas, que a su llegada a la Nueva España en 1572 emprendieron su labor evangelizadora en el norte del virreinato. En su proceso formador de misioneros, era fundamental que aprendieran y dominaran los idiomas hablados por los indígenas. Fue tan importante esta labor que se les llamaba padres lenguas a aquellos que tenían un dominio impecable para mantener la comunicación con las comunidades. 

El Colegio de San Ildefonso, con la imprenta establecida es sus aulas, imprimió y resguardó gran parte de estos saberes, con personajes como Francisco Xavier Alegre (1729-1788) y Francisco Javier Clavijero (1731-1787), quienes tenían un dominio amplio de la llamada lengua mexicana, conocido en tiempo virreinal así al náhuatl. 

Gracias al resguardo en bibliotecas como la de Lorenzo Boturini (1702-1755), personajes de la intelectualidad decimonónica como el historiador Joaquín García Icazbalceta (1825-1894), o Manuel Gamio (1883-1960), se profundizó en el estudio de las lenguas indígenas que hacen de México un país de larga tradición, fortalecida por los trabajos de destacados expertos en filología como el padre Ángel María Garibay (1892-1967), así como el doctor Miguel León-Portilla (1926-2019), quienes con sus aportaciones al estudio de las lenguas originarias dejaron en claro que la esencia de la identidad cultural de México está asentada en la tradición indígena que ha prevalecido y resistido el transitar del tiempo.

*Historiador, Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.

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