San Ildefonso en el Tiempo | Criollos, aristócratas y mestizos en los lienzos de El Generalito

Criollos, aristócratas y mestizos en los lienzos de El Generalito

Finalmente, a otro gran jesuita nombrado provincial
en 1743, p. Cristóbal Escobar y Llamas, debe de agradecer
la capital el diseño y ejecución del edificio
definitivo del Colegio de San Ildefonso (hoy
Preparatoria), cuya magnificencia corresponde
a la dignidad de las ciencias que allí se enseñan.

Gerard Decorme

Archivo Colegio de San Ildefonso

Los colegios jesuitas fueron residencias para estudiantes, espacios de reunión para el estudio y albergue de jóvenes que provenían de todos los rincones del virreinato novohispano. Los hubo destinados para los diversos sectores de la población novohispana: en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo estudiaban quienes ya habían obtenido el grado de bachiller en las diversas especializaciones que la Real y Pontificia Universidad de México impartía, además de haber tomado los cuatro votos de la orden, es decir, que ya eran integrantes de la Compañía de Jesús, e impartían lecciones a compañeros suyos que en el Colegio de San Ildefonso se preparaban para ir a la Universidad en búsqueda del preciado rango. A ambos colegios pertenecían únicamente jóvenes criollos.

El Colegio de San Gregorio, a su vez, fue un espacio dedicado a la educación de jóvenes indígenas y mestizos, pues en el proceso de levantamiento de los primeros colegios, se valieron de la mano de obra de los artífices del pueblo de Tacuba, con quienes generaron vínculos vigentes hasta el momento de la expulsión de los jesuitas en 1767. Los hijos de caciques (incluso mujeres) indígenas, también estudiaron en el Colegio Máximo, espacio del Centro Histórico que hoy ocupa el mercado Abelardo L. Rodríguez.

Archivo Colegio de San Ildefonso

El dicho tradicional se acata, mas no se cumple, tuvo efecto en las restricciones y segmentaciones que las leyes imponían a las actividades y convivencia de los estamentos novohispanos, sin embargo pronto se diluyeron. El Colegio de San Ildefonso reunía personajes provenientes de toda la amalgama social, sin importar origen, linaje, casta o procedencia. Hay lienzos que representan a personajes de origen aristocrático, como Fernando Dávila de Madrid (1721-1762).

Alcanzar las metas educativas ponía en relieve la dedicación y el empeño que, gracias a las becas otorgadas por el Real Patronato, daban acceso a la educación a estudiantes de bajos recursos. El retrato de José de Uribe (1742-1796) destaca a un personaje que no era criollo ni peninsular, quien desempeñó múltiples cargos dentro de la administración eclesiástica virreinal. Sus facciones son la de un hombre de origen indígena o mestizo, destacado por los alcances de su vida profesional, de los que su origen no influyó en lo más mínimo.

Archivo Colegio de San Ildefonso

Para la sociedad novohispana, el siglo XVIII fue un periodo de transiciones y procesos que evidenciaron la compleja conformación de su estructura, cuya relación de los estamentos hacía casi imposible mantenerla “pura”; por el contrario, se dio surgimiento a una riqueza de códigos de representación en todas sus manifestaciones.

Con la expresión artística que prevalece en el salón El Generalito del Colegio de San Ildefonso, la galería de retratos muestra la exaltación de símbolos en la educación que los jesuitas habían impartido por más de ciento noventa años.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.