Maestros Muralistas | Siqueiros y su salida de la ENP

 

Activismo político de David Alfaro Siqueiros
y su salida de la Preparatoria de San Ildefonso

 

Repudiamos la pintura llamada de caballete y todo el arte
de cenáculo ultra intelectual por aristocrático,
y exaltamos las manifestaciones del arte
 monumental por ser de utilidad pública 

David Alfaro Siqueiros

 Manifiesto del Sindicato de Obreros Técnicos Pintores y Escultores (STOPE)


A petición de José Vasconcelos y a su regreso del viejo continente, David Alfaro Siqueiros se integró en septiembre de 1922 al grupo de pintores que ya revestían de murales la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso.

En principio, la experiencia de Siqueiros se caracterizó por un desencuentro ante la obra de sus compañeros: La creación de Diego Rivera o los murales de la primera etapa de José Clemente Orozco distaban mucho de lo que había dialogado con el primero en Europa: la propuesta de una pintura distinta. En cuanto al trabajo de Orozco, se cuestionó sobre las razones por las que cambió de forma tan radical.

David Alfaro Siqueiros.
©Archivo Casasola, INAH.

Al momento de comenzar a realizar su obra en la Preparatoria (en el cubo de la escalera del patio de novicios), Siqueiros argumentó que primero debía solucionar su composición en cuanto a espacialidad (pues el cubo era muy pequeño), para lo cual integró vanos en forma de ventanas, las cuales otorgan un tiro visual de profundidad, a la manera de la pintura italiana de paisaje. Resuelto el asunto, se dio a la tarea de configurar nuevos símbolos inspirados en lo indígena y lo ancestral: estaba convencido de que él sí realizaría una obra con nuevos bríos y composiciones insólitas que reunieran el pasado con el presente, lo que era parte del “Llamamiento” publicado en la revista Vida americana.

Pero quizás la razón que hizo que la estancia de David Alfaro Siqueiros fuese complicada —y que al final terminara con su expulsión definitiva—, fue el proselitismo y la confrontación con las autoridades por convicciones políticas: para nadie es sorpresa que Siqueiros (hombre de temperamento potente), no tenía reparo en hacer patentes las ideas con las que comulgaba.

Desde muy joven, Siqueiros recibió influencias que marcaron por siempre su visión del quehacer de un artista, cuando fue alumno de Gerardo Murillo (Dr. Atl) del que abrevó ese entusiasmo y compromiso con el arte y la sociedad, pues el maestro motivaba a sus alumnos a tomar los muros públicos y revestirlos de arte. Los aprendizajes que Siqueiros recibió de Murillo no solo fueron a nivel de técnicas, estilos y formas de pintar: libertad y compromiso en generar un arte social eran parte de los temas recurrentes que sostenían en las apasionadas conversaciones con el maestro, cuando fue nombrado segundo director de la Escuela de Santa Anita, la cual se convirtió en un bastión para los creadores de la reconstrucción nacional.

La experiencia y las ideologías prevalecientes de la época fortalecieron aún más las convicciones políticas de Siqueiros: su arte debía ser arte público, pero durante su estancia en la Preparatoria estos principios impidieron su avance, pues puso mayor atención en crear sindicatos de artistas que en concretar su proyecto pictórico.

Con la huelga estudiantil de 1923, las desavenencias entre artistas y estudiantes condujo a la realización de un manifiesto y, hacia el mes de junio de 1924, concluyó la creación de los últimos murales, los cuales fueron criticados y tildados de “obscenos”, con pinturas deleznables y anticristianas que no invitaban a la contemplación espiritual. Al final de ese mismo año, David Alfaro Siqueiros fue expulsado de la Escuela Nacional Preparatoria, aunque a partir de ese hecho, su activismo se fortaleció más que nunca.



Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en una reunión de comunistas
 en el anfiteatro Simón Bolivar de San Ildefonso.
©Archivo Casasola, INAH.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • Herner, Irene. Siqueiros: Del paraíso a la utopía. México, Porrúa, 2010.
  • Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida cultural y política 1901-1929. México, Editorial Océano, 2002.
  • Ramírez, Fausto. Modernización y modernismo en arte mexicano, México, UNAM, 2008.
  • Roura, Alma Lilia. Olor a tierra en los muros. México, Educal, 2010.
  • Sáenz, Olga. El símbolo y la acción. Vida y obra de Gerardo Murillo, Dr. Atl. México, El Colegio Nacional, 2005.

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