San Ildefonso en el Tiempo | José Joaquín Fernández de Lizardi


José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-1827)

Autor novohispano de El periquillo sarniento
 y estudiante del Colegio de San Ildefonso 

Acabé mi gramática como os dije, y entré
al Máximo y más Antiguo Colegio de San Ildefonso
 a estudiar Filosofía, bajo la dirección del doctor
 don Manuel Sánchez y Gómez que hoy
vive para ejemplar de sus discípulos (…) Aun no
se mentaba la física experimental en aquellos
recintos, y los grandes nombres de Cartesio, Newton
 y Mushembreck y otros eran poco conocidos
en aquellas paredes que han depositado tantos
 ingenios célebres y únicos, como el de un Portillo.
El periquillo sarniento

 

José Joaquín Fernández de Lizardi ©️ Real Academia de la Historia, Madrid

José Joaquín Fernández de Lizardi nació en la Ciudad de México el 15 de noviembre de 1776. Considerado el primer novelista de la América española, Lizardi ingresó al Colegio de San Ildefonso en 1793, pero cinco años más tarde dejó el recinto educativo sin haberse graduado. 

Su pluma es la de la narrativa y la crónica de un periodista, y la forma en que acercó ese lenguaje con el de la literatura le permitió retratar la vida novohispana de un modo único. Los periódicos que fundó a lo largo de su vida lo destacaron como un novelista surgido del agonizante mundo virreinal

La obra de Lizardi reúne la crítica de formas y comportamientos de toda una época que lo llevó a disertaciones con una carga moral, y a la compulsiva necesidad de abarcarlo todo; su riqueza radica en los usos peculiares del lenguaje, ambientes, personajes y actitudes de la cotidianidad novohispana que, al combinarlos con vivencias, detonan evocaciones en el lector para la recreación de imaginarios llenos de asombro, no exentos de una profunda reflexión.

Portada de El Pensador Mexicano ca. 1812

En el contexto de las libertades concedidas por la Constitución de Cádiz de 1812, se dio a la tarea de fundar El Pensador Mexicano, periódico que tuvo una duración de dos años y en el que se expresaban las injusticias del gobierno hispánico, razón por la que lo condujeron a interrumpir su publicación. Fue por una sátira dedicada al virrey Venegas —quien toma la decisión de suspender la libertad de imprenta—, que Lizardi sufre encarcelamiento.

Cuando se establece el gobierno absolutista de Fernando VII en 1815, El Pensador Mexicano —seudónimo por el que también es conocido Fernández de Lizardi— creó Alacena de Frioleras, periódico que pronto despertó la persecución de los censores e imposiciones del gobierno virreinal, y que lo llevarían en marzo del siguiente año a dejar el tema por la paz.

En ese mismo año, se publicó a manera de entregas  una de sus obras más conocidas, El periquillo sarniento. La cuarta de ellas no pudo ver la luz debido a las controversias que despertaba el tema de la esclavitud que, a ojos de Lizardi, ya era sin duda un tema de graves proporciones, tanto que en el texto impulsado por José María Morelos y Pavón Los sentimientos de la nación, uno de los puntos esenciales fue la proscripción de la esclavitud y las castas.

En los siguientes años se dedicó a escribir sus novelas. En 1818 publicó Noches tristes y en 1819 publica dos tomos de su obra La Quijotita y su prima; asimismo, escribió Don Catrín de la Fachenda —que solo fue impreso hasta su muerte—.

Hacia 1820, después de establecerse en México el gobierno constitucional y, con éste, la libertad de imprenta, Lizardi dejó la novela como recurso comunicativo para retomar su pasado editorial y fundó un nuevo periódico El conductor eléctrico, donde criticó a quienes se oponían a la Constitución. Con la declaración del Plan de Iguala dejó ver su postura a favor de las fuerzas representadas por Iturbide y estuvo a cargo de una imprenta insurgente en Tepotzotlán, pero pronto se desilusionó, por lo que en 1822 escribió la Defensa de los francmasones, quienes lo hicieron objeto de excomunión por parte de las autoridades eclesiásticas.

José Joaquín Fernández de Lizardi fue un ferviente defensor de los cambios y un profundo crítico del Artículo III constitucional, el cual legalizaba a la iglesia católica, lo que lo llevó a publicar de manera quincenal un folleto llamado Conversaciones del payo y el sacristán, en el que un rústico y un eclesiástico discutían sobre los asuntos de la iglesia y el Estado. Finalmente, por su labor y servicios prestados en la guerra de Independencia, se le concedió el grado de capitán retirado en 1825, se convirtió en el editor de la Gaceta del gobierno y, un año antes de morir (en 1826), creó El correo semanario de México.

Cerca de su muerte, acontecida el 21 de junio de 1827, publicó un folleto conocido como Testamento y despedida, donde expresa su labor como crítico denunciante de abusos, que hacen al Pensador mexicano un referente obligado a más de 190 años, para entender el complejo proceso de la transición del periodo virreinal al estado-nación de la historia de México.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • Antiguo Colegio de San Ildefonso, México, Nafin, 1997. 
  • Antología literaria de autores mexicanos, México, Trillas, 1994.
  • Fernández de Lizardi, José Joaquín. El periquillo sarniento. México, Porrúa, 2000.
  • Musacchio, Humberto. México: 200 años de periodismo cultural. México, Conaculta, 2012. 

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