Memoria Compartida | La suave patria

La suave patria de Ramón López Velarde

(1888-1921)


Patria, te doy de tu dicha la clave:
Sé siempre igual, fiel a tu espejo diario;
Cincuenta veces es igual el ave,
Y es más feliz que tú, patria suave.
Sé igual y fiel; pupilas de abandono;
Sedienta voz, la Trigarante faja en tus pechugas al vapor,
y un trino a la intemperie, cual una sonaja:
 ¡la carreta alegórica de paja!

Ramón López Velarde
La suave patria


Ramón López Velarde a los 23 años (1911)
Fuente: Elisa García Barragán y Luis Mario
Schneider, Ramón López Velarde.
Álbum, México, UNAM, 1988, p. 35

Ramón López Velarde es considerado el poeta más “nacional”, pues su obra transita entre el costumbrismo de finales del siglo XIX y la construcción de la cultura mexicana del siglo XX, aunque, paradójicamente, sus textos manifiestan renuencias a estas aspiraciones, por considerarlas el origen del trastocamiento de la esencia real del país, que a la óptica del poeta zacatecano radicaba en la cotidianidad y ritualidad del México de provincia.

Si bien, decirle el poeta más nacional podría representar una presunción radicada ideológicamente, la obra de López Velarde reúne complejidades del sentido más religioso y heterodoxo de la tradición vernácula mexicana, que en sí misma encierra un contenido de erotismo y voluptuosidad muy marcado expresado a través del ritual y la devoción.

El autor de La suave patria nació el 15 de junio de 1888 en la ciudad de Jerez, en el estado de Zacatecas. Estudió Humanidades en el Seminario Conciliar de Santa María de Guadalupe de Aguascalientes y en el Instituto de Ciencias de la misma ciudad. Más tarde, en 1908, ingresó a la Escuela de Leyes del Instituto Científico y Literario de San Luis Potosí. Ya desde su juventud manifestó una participación intensa en revistas culturales del interior de la república.

En 1912, López Velarde se estableció en la Ciudad de México donde ocupó diversos puestos burocráticos, orillado más por la necesidad económica que por gusto, pues su pasión fueron las letras, en especial la poesía. También fue profesor de Literatura y Derecho en la Universidad Popular Mexicana, así como profesor de Literatura en la Escuela de Altos Estudios de la Universidad Nacional de México. Participó del ambiente intelectual, de las tertulias y actividades que se llevaban a cabo en los recintos de la Escuela Nacional Preparatoria. En 1917, fundó la revista Pegaso, al lado de Enrique González Martínez y Efrén Rebolledo. También escribió en La Nación, El Nacional Bisemanal, Vida Moderna, El Maestro, México Moderno y en la Revista de Revistas.

Su amistad con personajes como Enrique Fernández Ledesma y Pedro de Alba influyó para que José Vasconcelos lo invitara a sumarse al proyecto que lideraba, pero los preceptos que eran pilares en la obra del zacatecano no eran compatibles con la idea nacionalista del movimiento revolucionario de 1910.

Lo que más motivó a López Velarde fue la publicación de sus poemas en las revistas que proliferaban en aquel contexto efervescente de política y creación artística, cosa que sucedió con sus poemas El son del corazón y El minutero, que se publicaron en la revista Posdata y en México Moderno.

Primera edición de La Suave Patria.
El Maestro:  Revista de Cultura Nacional,
núm. III (1° junio 1921)

Para la inauguración de la revista El Maestro, se reservó el ensayo Novedad de la patria, antesala del poema que encumbraría al poeta oriundo de Jerez: La suave patria, que vería la luz en el tercer número de la revista, publicado en 1921, en el marco del centenario de la consumación de la Independencia.

La publicación de ambos textos le permitió salir bien librado: tuvo la satisfacción de publicar su obra sin traicionar sus posturas e ideales. Entre la sensualidad y las prácticas devocionales, López Velarde genera un diálogo de coexistencia entre el anhelo de pureza y la apetencia carnal.

Desde 1921, La suave patria es reconocido como el poema que reúne costumbrismo y nacionalismo intimista, como menciona Carlos Monsiváis:


“…un catálogo de hábitos pueblerinos que entonces se creen irrenunciables, las atmósferas que resisten el culto al progreso, y también buscan evadirse de los efectos de la Revolución, el cine, la industrialización, la sociedad secularizada y muy especialmente, las migraciones del campo, a las grandes ciudades y a los Estados Unidos.”

En La suave patria, la exaltación y rescate de las costumbres es una reunión de acciones formadoras, resultado de su práctica como algo que se ejecuta reiteradamente, y que le otorgan al autor la posibilidad de hacer que las acciones pueblerinas se conviertan en tradiciones y ejercicios costumbristas.

Ramón López Velarde muere el 19 de junio de 1921 a la cortísima edad de 33 años, bajo el dictamen de una bronconeumonía. El presidente Álvaro Obregón instruyó a Vasconcelos para la disposición de que los funerales corrieran por parte del gobierno. De este modo, murió el poeta y nació el mito, necesario para afianzar los ideales promovidos por las políticas culturales. 

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:


  • Antología literaria de autores mexicanos. México, Trillas, 1994.
  • Arte Moderno de México. 1900-1950. México, Antiguo Colegio de San Ildefonso, 2000.
  • Latin American Lives. Nueva York, MacMillan, 1998.
  • López Velarde, Ramón. La suave patria. Madrid, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2011, Edición digital a partir de El Maestro: Revista de Cultura Nacional, núm. III, (1º junio 1921), México, pp. 311-314.
  • Los modernos. México, Munal-Museé des Beaux-Arts de Lyon, 2016.
  • Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida Cultural y política 1901-1929. México, Océano, 2002.
  • Monsiváis, Carlos. La cultura mexicana en el siglo XX. México, El Colegio de México, 2010.
  • Ramírez, Fausto. Modernización y modernismo en arte mexicano, México, UNAM, 2008.

¿Quieres saber más sobre la historia del Colegio de San Ildefonso?

         

Comentarios

Destacados