Memoria Compartida | Salvador Novo

En el marco de la semana del orgullo LGBTTTIQA+

Salvador Novo
(1904-1974) 

Una tarde quedamos de vernos en el estudio de Montenegro,
y ahí decidimos ir a ver una obra en la que salía Chela Padilla.
 En un camión nos subimos Pepe y Celestino Gorostiza,
Jorge Cuesta, Gilberto Owen, Agustín Lazo,
Roberto Rivera, Xavier, Salvador y ya no me acuerdo quién más.
Casi ocupábamos medio camión. Cuando llegamos a la esquina
en que nos teníamos que bajar, Salvador se levantó
—echándose una retocada, así muy rara—, jaló el timbre
 y gritó:” ¡Hasta aquí, jotos!” Nadie se movió,
y entonces volteó y volvió a gritar: “¡Hasta aquiiií!”
 y nos señaló con el dedo: “Tú, tú, tú…”
Nos bajamos rápido, como manada, y ya abajo
 no tuvimos más remedio que reírnos.

Elías Nandino


Ser homosexual en México durante las décadas de los veinte y treinta del s. XX era ser hombres o mujeres incompletos. Esto no significa que la situación fuera mejor en décadas posteriores, pero en la actualidad, momento en el que la sociedad ha luchado en los últimos cuarenta años por ser más inclusiva, el combate interno y continuo derriba sus propios prejuicios día a día. 

Simón Flechine SEMO.
Retrato de Salvador Novo, 1945
© Fototeca Nacional, INAH

Esto fue de interés particular para Salvador Novo (1904-1974), estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria en San Ildefonso quien, sin duda, es uno de los personajes más destacados de la intelectualidad del México del siglo pasado. Aunque pasara todo el primer año en exámenes extraordinarios, fue un hombre que no tuvo miedo en ser y expresar su homosexual en un medio contrario y agresivo hacia su condición.

Más conocido como integrante de Los Contemporáneos (algunos de ellos abiertamente homosexuales), la obra de Novo se vuelve al tiempo necesario para entender la complejidad del mundo homosexual en el México del siglo XX.

Señalada por ser diferente dentro de cultura tradicional, Salvador Novo fue víctima de segregación y menosprecio; pese a ello, utilizó esas actitudes contrarias para construir su propio mundo simbólico y de libertad. No se sustrajo a su realidad, sino que supo fortalecer su carácter para destacarse entre admiradores y detractores.

Abrevó de las lecciones del maestro Castellanos Quinto; fue crítico de las políticas culturales de José Vasconcelos y de los muralistas (como lo demostró en su Ensayo sobre la leche, publicado en El Universal). Al mismo tiempo, participó en la conformación de revistas literarias como Ulises, y fue maestro de literatura, traductor especialista en la lengua de Dante y, con la misma fluidez, aprendió el inglés y el francés. Periodista y cronista, todas sus profesiones y cualidades eran expuestas para evitar alusiones a lo evidente, porque así lo quiso Novo: su homosexualidad, que asumía y hacía suya como la más cara de sus distinciones.

Salvador Novo dejó escrita a lápiz la etapa más fascinante de su vida, la cual nos da la posibilidad para entender, desde su óptica, la vida de un chico homosexual en las inmediaciones de un mundo lleno de contradicciones.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • Los Contemporáneos en El Universal. México, FCE, 2016.
  • México se escribe con J. Una historia de la cultura gay. México, Editorial Planeta.  2010.
  • Monsiváis, Carlos. La cultura mexicana en el siglo XX. México, El Colegio de México, 2010.
  • Apocalipstick. México, Debolsillo, 2011.
  • Novo, Salvador. La estatua de sal. México, FCE, 2008.

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