Maestros Muralistas | Orozco: Su primera intervención en la ENP

José Clemente Orozco: Su primera intervención en los muros de la Preparatoria (II/III)



De la serie Los dones que recibe el hombre de la Naturaleza realizados por José Clemente en el muro norte de la planta baja del Colegio de San Ildefonso, aún permanecen los murales La Maternidad, La trinidad revolucionaria y el Banquete de los ricos; en cambio, Cristo destruyendo su cruz, Tzontemoc y Juventud fueron destruidos por el propio artista durante su segunda intervención de 1926.

De camino hacia el primer nivel, en el cubo de la escalera, Orozco dejó de lado los cuerpos atléticos y las alegorías de influencia renacentista para representar la serie de Los franciscanos, donde comparten espacio los cuerpos extremadamente lánguidos de indios pauperizados y los evangelizadores bajo sayales, quienes aluden a la conquista espiritual de Occidente. En ella, Orozco adapta su composición al principio del muralismo de ajustar su obra al espacio arquitectónico.

En el siguiente nivel del edificio, Los aristócratas, La basura social, La acechanza, Jehová entre ricos y pobres, La Libertad y la ley y La justicia, encontramos el resto de los murales de la primera etapa de José Clemente Orozco en la Preparatoria.

En el periodo que va de 1923 a 1924, Orozco transitó de una visión universal, a la sátira de gran formato que abrevó de la obra de José Guadalupe Posada, a quien conoció cuando el artista jalisciense aún era estudiante en la Academia de San Carlos. De igual manera, sustituyó el academicismo humanista por el sarcasmo y la crítica aguzada en temas sociales como la injusticia, la demagogia, la doble moral y el culto a las ideologías extremistas.

La crítica intelectual de ese momento cuestionaba la caricatura empleada por Orozco. No alcanzaban a entender el porqué de estas representaciones; incluso, sus acusaciones se volvían más fuertes cuando se ponía sobre la mesa el costo de los murales, pero no atinaban al motivo esencial. Además, si se considera que Orozco no les puso nombre a sus obras, como lo refiere Justino Fernández, en lugar de entablar un diálogo, aquello se convirtió en un caos.

Finalmente, en 1924, se le solicitó a Orozco dejar su trabajo, tal como ya se había hecho con Siqueiros. Sin embargo, su visión del arte no cambió; por el contrario: la sátira, que es un recurso que ha servido a la humanidad para expresarse, se convirtió en su estilo característico.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.



Bibliografía:

  • Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida Cultural y política 1901-1929. México, EDITORIAL OCEANO, 2002.
  • Orozco, José Clemente. Autobiografía. México, Ediciones ERA, 2007.
  • Ramírez, Fausto. Modernización y Modernismo en arte mexicano, México, UNAM, 2008.
  • Roura, Alma Lilia. Olor a tierra en los muros. México, EDUCAL, 2010.
  • Tibol, Raquel. José Clemente Orozco: Una vida para el arte. México, F.C.E. 2009.

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