Memoria Compartida | La autonomía universitaria

1929: La autonomía universitaria y la participación de los preparatorianos de San Ildefonso

En el segundo nivel del cubo de la escalera del patio principal del Colegio de San Ildefonso, se encuentran los emblemas de la Escuela Nacional Preparatoria: un águila devorando una serpiente, el cual evoca la fundación de la Ciudad de México-Tenochtitlán; y el primer escudo creado por José Vasconcelos para la Universidad Nacional de México: una ave bicéfala con cabeza de águila real y cóndor andino flanquean el blasón que representa América Latina y el Caribe, desde del río Bravo hasta la Patagonia, rodeado por el lema Por mi raza hablara el espíritu. A los pies del blasón se observan los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, atributos del valle del Anáhuac, y el mítico nopal donde se posó el águila.

Escudo Universidad Nacional de México, atribuido a Jean Charlot, 1923. Fresco.

Después de la apertura de la Universidad Nacional de México el 22 de septiembre de 1910, la primera década de vida universitaria transitó entre el caos y la inestabilidad, por lo que organizar, estructurar e institucionalizar a la naciente casa de estudios no fue nada sencillo, si consideramos que a los dos meses estalló la Revolución Mexicana.

Durante este complejo proceso, en 1915, San Ildefonso fue ocupado por el ejército de Victoriano Huerta, lo cual redujo los ciclos escolares y, más tarde, Venustiano Carranza ordenó la separación de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la Universidad Nacional de México (UNM), que ponía en vilo a las dos instituciones; de modo que el rector Erasmo Castellanos Quinto buscó una solución: la autonomía.

En 1920, durante la rectoría de José Vasconcelos, se restableció la unión de ambas instituciones, se actualizó el ciclo escolar de cinco años y Ezequiel A. Chávez, quien había creado la ley de instrucción pública por órdenes de Porfirio Díaz, fue designado director de la preparatoria. En 1922, con el nombramiento de Vicente Lombardo Toledano como director y José Vasconcelos como secretario de educación pública, el plan de estudios se modificó nuevamente y se redujo a dos años.

La primera década de la Universidad demostró que esta no debía ser objeto de intereses y pretensiones gubernamentales, pero para adquirir soberanía académica y administrativa necesitaba de un estatus jurídico. En 1928, se inició en la preparatoria la lucha por la autonomía, la cual obtuvo al siguiente año. Así, nació el nombre que distingue a la Máxima Casa de Estudios: Universidad Nacional Autónoma de México.

Gabino Barreda, Justo Sierra y José Vasconcelos, cada uno a su tiempo, dieron carácter a la vida educativa del México moderno: la laicidad necesaria en la búsqueda de conocimientos, con la ciencia como base; la institucionalidad indispensable para interactuar en el concierto internacional moderno, y la autonomía en la toma de decisiones y en la libertad de cátedra, esenciales para generar una escuela abierta a la libertad de expresión, critica y reflexión.

En 1945 se publicó la ley orgánica de la UNAM, en la que se consideró a la ENP parte indisoluble de la Universidad. Más tarde, en 1964, con el doctor Ignacio Chávez como rector, quedó fijado a tres años el plan educativo del nivel medio superior.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.

Bibliografía:

• Los 100 años de la UNAM. México, La Jornada, 2010.
• Maravillas y Curiosidades, Mundos inéditos de la Universidad. México, UNAM, 2004.
• Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida Cultural y política 1901-1929. México, Océano, 2002.

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