Memoria Compartida | La generación del Ateneo

La Generación del Ateneo y la Escuela Nacional Preparatoria

Pedro Enríquez Ureña, José Vasconcelos, Diego Rivera y Antonio Caso


Para inicios de la década de 1900, la Escuela Nacional Preparatoria comenzaba a dar atisbos de ineficacia; el modelo formativo del positivismo ya no correspondía con los nuevos tiempos, los cuales oscilaban entre un extraordinario desarrollo industrial y científico, y la revalorización de las humanidades. Sin embargo, entre 1903 y 1904 se realizaron las rondas literarias, actividades culturales dedicadas a autores o temas específicos en las que participaron autores como Luis G. Urbina y Amado Nervo, destacados escritores modernistas.

Esta corriente literaria basaba sus postulados en mirar lo propio, pues si bien el progreso y la ciencia se consideraban palancas del desarrollo, el colonialismo era visto como una amenaza constante frente a las naciones carentes de identidad. Encontrar el origen de lo “hispanoamericano” era una discusión planteada desde México hasta Montevideo por escritores e intelectuales, quienes vislumbraban una especie de rechazo por lo regional y un interés por lo europeo o lo norteamericano. Sus inquietudes eran publicadas en las revistas que le daban vida a este movimiento cultural, como Savia Moderna o la Revista Moderna de México.

Un grupo de jóvenes, entre los que se encontraban Vasconcelos, Caso y Ureña, ávidos lectores de clásicos como Platón, Aristóteles, Nietzsche, Kant, y de escritores latinoamericanos como José Enrique Rodó, deseaban un cambio. Consideraban que las humanidades habían sido relegadas por el grupo de los Científicos, apodo sarcástico para nombrar a los intelectuales del viejo régimen, quienes, apoyados en el sistema positivista, habían conducido a la preparatoria a un letargo educativo.

La Preparatoria fue el espacio en el que se dio a conocer el trabajo de muchos jóvenes. Había ahí un gran interés por debatir sobre el progreso, lo moderno, la búsqueda de una identidad propia y los avances de la joven nación en vísperas del centenario de la independencia. Tres años antes de los festejos, iniciaron los trabajos para la construcción del anfiteatro. Ese mismo año, con motivo del primer aniversario de la sociedad de alumnos, se invitó al ministro de Educación y al Rector, Porfirio Parra. En aquel encuentro, Alfonso Reyes estuvo a cargo del discurso con el que destacó la importancia de mantener un equilibrio entre la ciencia y las humanidades, y de reflexionar sobre el pasado y los orígenes que habían sido olvidados en más de una ocasión. Entonces se acordó que se crearía la Sociedad de Conferencias, a celebrarse anualmente, y que al siguiente año (1908) tuvo lugar en el Conservatorio Nacional de Música, ubicado en la calle de Moneda.

El tercer encuentro se realizó en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, ubicada en la calle de San Ildefonso #28, edificio hermanado a la sede de la E. N. P. Las conferencias estuvieron presididas por el ministro de instrucción pública, Justo Sierra, y por el subsecretario Ezequiel A. Chavez. Aquella fue una reunión muy importante, pues aglutinó a escritores, pintores y arquitectos; entre ellos, a Isidro Fabela, Mariano Silva y Aceves, Martín Luis Guzmán, Diego Rivera y José Vasconcelos, quienes en 1909 dieron origen al Ateneo de la Juventud. Entre los temas discutidos se encontraba la creación de la Escuela de Altos Estudios y la fundación de la Universidad Nacional de México.

Opuesto al grupo de los Científicos, el Ateneo de la Juventud representó la transición intelectual del cambio de siglo y llegó a agrupar a más de cien integrantes. Su labor intelectual giraba en torno al cuestionamiento y desuso de paradigmas obsoletos, a buscar una apertura ante nuevas disciplinas y procesos, y a defender la libertad de cátedra y de pensamiento. De igual forma, estaba convencido de que el origen de los valores latinoamericanos era producto del proceso de mestizaje cultural, campo donde paradójicamente lo occidental predominaba. El Ateneo estuvo activo hasta 1915. Personajes como Vasconcelos, Enríquez Ureña, Diego Rivera, Alfonso Caso, Antonio Castro Leal, Teófilo Olea, Vicente Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morin, Alberto Vázquez del Mercado, entre otros artistas e intelectuales, formaron parte de este grupo del que emanaron los Siete Sabios.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.


Bibliografía:

  • Los 100 años de la UNAM. México, La Jornada, 2010.
  • Maravillas y Curiosidades, Mundos inéditos de la Universidad. México, UNAM, 2004.
  • Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida Cultural y política 1901-1929. México, Océano, 2002.
  • Ramírez, Fausto. Modernización y Modernismo en el arte mexicano. México UNAM, 2008.

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