San Ildefonso en el Tiempo - Devociones jesuitas
Devociones jesuitas
en el proceso de cultural de fundación de colegios y asentamientos de las misiones del norte novohispano
…Edificar y labrar iglesias de asiento, y de dura, obra que, aunque les
cuesta muy grande trabajo a los pobres misioneros,
pero se conoce que es de gran importancia para
la estabilidad y firmeza de la Cristiandad. Porque mientras
estas iglesias no se levantan en los pueblos
y reducciones de gente…parece que está todo de leña…;
y levantados estos edificios…con ellos se les da
forma a los pueblos y a la Cristiandad.
Padre Andrés Pérez de Rivas
©️ Colegio de San Ildefonso, archivo |
La dedicación del Colegio Mayor de San Pedro y San Pablo a dos protomártires de la cristiandad fue una reafirmación de los valores de la evangelización: el don de la palabra, la perseverancia, fe, conversión y en tener en claro que en el nombre de dios era posible perder la vida.
Los primeros colegios menores como el de San Gregorio, San Miguel y San Bernardo, consagrados a un arcángel y dos padres de la iglesia, hacen patente la intencionalidad de los valores a promover: consagración de la existencia a dios, estudio profundo y actitud férrea como guardianes de la fe en un mundo donde los actos se sometían a un sentido de predestinación divina. La creencia no solo era una parte de la cotidianidad: era la razón de existir.
En 1583, cuando el general de la compañía Claudio Acquaviva ordenó reunir los colegios minúsculos en estructuras mayores, instrucción dada a todo el orbe, los de la Ciudad de México, con la fusión de San Bernardo, San Miguel y San Gregorio dieron por resultado la creación del Colegio de San Ildefonso.
Colegio Seminario de Tepotzotlán ©️ Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México |
Además, el culto a la virgen de Guadalupe en la Nueva España fue para los jesuitas una oportunidad de exaltar y propagar aun más el marianismo, pues les permitió la introducción de otras advocaciones y generó un reavivamiento de la fe dentro de la sociedad criolla en el siglo XVIII.
El fenómeno guadalupano detonó en la publicación de obras como Maravilla americana, en la estética de las imágenes y su dispersión en el norte, los cuales mantuvieron la cohesión cultural, generaron vínculos e impulsaron el proceso de instauración, que no era otra cosa que cimentar con piedra, revestir con enjarre y ataviar con lienzos y esculturas las iglesias de las misiones y las capillas de los colegios. Las representaciones para la difusión de la fe fueron fundamentales para la sociedad novohispana, pues se veía reflejada a sí misma hacía manifiesta sus creencias y exaltaba sus propios valores.
Jonatan Chávez
Historiador y
Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San
Ildefonso.
Bibliografía:
- Bethell, Leslie (ed.). Historia de América Latina. Tomo III: “América Latina colonial: Sociedad y cultura”. Barcelona, Cambridge University Press-Crítica, 1998.
- Decorme, Gerard. La obra de los jesuitas mexicanos durante la época colonial. 1572-1767. Tomo I: “Fundaciones”. México, Porrúa, 1941.
- El arte de las misiones del norte de la Nueva España: 1600- 1821. México, Antiguo Colegio de San Ildefonso, 2009.
- Gran Historia de México ilustrada. Tomo II “Nueva España: 1521-1750”, México, Planeta De Agostini- Conaculta-INAH, 2004.
- Lozano Fuentes, José Manuel. Historia de España. México, CECSA, 1980.
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