Maestros Muralistas | Gerardo Murillo (Dr. Atl) [I]

Gerardo Murillo Dr. Atl

Profesor y precursor del muralismo mexicano (1875-1964)

Nombre: Dr. Atl

Lugar y fecha de nacimiento: Algunos historiadores afirman que nació en la Atlántida apoyándose en la radical de ambos nombres, cuatro siglos antes de la catástrofe platónica. Otros aseguran que nació directamente del océano, como un anuncio de la Venus que había de nacer más tarde de la espuma del mar.

Nombre de los padres: No tuvo más que un padre: el Padre Eterno.

(Todos recuerdan, sea dicho entre paréntesis, que el doctor tiene una luenga barbas blancas, que comprueban su descendencia, en línea recta, del creador del universo).

Lugar en el que hizo sus estudios: En todas partes.

Viajes al extranjero: Tres vueltas al mundo y un viaje más allá del universo.

Lista de sus principales obras y en qué lugares se encuentran:

Nombre de los propietarios: ¿Quién podría establecer lo primero y saber lo segundo?

Cargos profesionales y docentes: ninguno.

Libros y folletos que haya publicado: Un libro: La Biblia.

Un folleto: Tratado del lenguaje de las hormigas, con su ortografía fonética.

Biografía de su obra: ¿Qué quiere decir esto?

Sus conceptos artísticos: Cavernarios

Dr. Atl

Cuestionario para la exposición de 1947

Dr. Atl (Gerardo Murillo) Autorretrato, 1948
©Colección Andrés Blaisten

En junio de 1947, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura organizó una exposición de autorretratos y, para conocer más sobre la vida de los artistas, se dio a la tarea de configurar un cuestionario de “luminosas y trascedentes preguntas” que Gerardo Murillo respondió acuciosamente (ver epígrafe). Si bien cada respuesta devela una intención sarcástica y provocadora, son también palabras de un hombre al que la vida lo revistió de sabiduría, sustentada en la experiencia adquirida durante una vida longeva que encauzó en su pasión hacia la pintura, el arte, el paisaje, el mundo y la vida misma.

Gerardo Murillo Cornado nació en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el tres de octubre de 1875. Desde muy joven comenzó a estudiar pintura con Felipe Castro y más tarde con Félix Bernardelli, quien lo introdujo en el paisajismo y la fascinación por el espacio geográfico, lo que lo lleva a realizar excursionismo en las zonas cercanas a Guadalajara, actividad con la que desarrollará una óptica detallista para el dibujo de paisaje.

Sería Leopoldo Batres —destacado arqueólogo que incursionó en el sitio de la ciudad de Teotihuacan—, quien gestionó una entrevista para Gerardo Murillo con el presidente Porfirio Díaz. De aquel encuentro, el artista obtuvo el beneficio por parte del gobierno para dedicarse a la tarea de viajar por las capitales europeas en aras de encontrar las obras pilares del arte occidental.

De Nueva York a París y de Madrid a Roma, la trashumancia de Gerardo Murillo lo llevó a configurar un aprendizaje multidisciplinar culturalmente amplio: museos, ruinas arqueológicas, geografías fascinantes de acceso complicado por las que ya sentía atracción desde su natal Jalisco, fueron parte de su formación que se afianzaba con horas y horas de lectura en las bibliotecas más importantes del mundo. Más tarde inició estudios de filosofía y derecho penal, lo que despertó sus intereses en la política, que serán manifiestos cuando retorne a México en 1903.

Mas tarde incursionó en caminatas por la geografía del valle de Anáhuac y recorrió amplias extensiones del territorio nacional, lo que le permitió ver en su total grandeza la diversa geografía mexicana, amén de los vestigios arqueológicos del mundo precolombino que se encontraban en proceso de exhumación y develaban indicios de sociedades de tiempos milenarios. Sin embargo, la orografía de las complejas sierras y macizos le proveyeron de una profunda inspiración para generar prolíficas producciones de dibujos que más tarde configuraron la paisajística en la obra por la que habría de ser reconocido.

Gerardo Murillo tomó la decisión de renunciar a usar su nombre de pila para comenzar a llamarse Dr. Atl, vocablo náhuatl que significa “agua”. En la Academia de San Carlos se caracterizó por liderar a jóvenes artistas para impulsarles a hacer modificaciones en los métodos creativos que ya resultaban anquilosados.

Con sus alumnos compartió todo lo aprendido sobre la pintura del Renacimiento italiano y los movimientos postimpresionistas que estaban en su cenit en el viejo mundo. Creó un grupo denominado Centro Artístico, con la finalidad de conseguir espacios en edificios públicos; uno de los primeros fue el auditorio de la Escuela Nacional Preparatoria de San Ildefonso, pero el estallido de la guerra de 1910 aplazó por más de una década lo que sería el Movimiento Muralista Mexicano.

Dr. Atl (Gerardo Murillo) Amanecer en el Popocatépetl. 1943 ©Colección Andrés Blaiste

Al lado de Joaquín Clausell y José María Velasco, el Dr. Atl es considerado como uno de los paisajistas más importantes de México. Algunas de esas obras las realizó con una perspectiva aérea sobre los volcanes, género que denomino aeropintura. Su pasión por la naturaleza y las vistas al horizonte hicieron del Dr. Atl un conocedor profundo sobre la vulcanología, la cual vinculó a sus más profundas fascinaciones que aprendió con rigor científico y disciplina.

La presencia del Dr. Atl en la plástica mexicana de entre siglos no solo es una referencia: es parte del proceso evolutivo del arte mexicano del siglo XX.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.

Bibliografía:

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Matute, Álvaro. La revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida Cultural y política 1901-1929. México, Océano, 2002.
Museo Nacional de Arte. México, INBAL, 2003.
Ramírez, Fausto. Modernización y modernismo en el arte mexicano, México, UNAM, 2008.
Sáenz, Olga. El símbolo y la acción. Vida y obra de Gerardo Murillo, Dr. Atl. México, UNAM, 2012.