Maestros Muralistas | Ramón Alva de la Canal - El desembarco

Ramón Alva de la Canal: El desembarco

Educado en la Escuela de Dibujo al Aire Libre (EPAL) e ilustrador de los clásicos publicados por Vasconcelos, Ramón Alva de la Canal llegó a mediados de 1922 a la preparatoria de San Ildefonso para realizar el mural El desembarco de los españoles y la cruz plantada en tierras nuevas.

Alva de la Canal comenzó a trabajar en su obra acompañado de Roberto Reyes Pérez y Máximo Pacheco, y lo terminó un año después, bajo presión de la Secretaria de Hacienda. El apremio institucional le provocó algunas enfermedades, y le hizo cometer descuidos al momento de llevar los dibujos al gran formato, errores que corrigió directamente sobre el muro.

Ramón Alva optó por utilizar la técnica del fresco, procedimiento que le resultó complejo, pues no lo conocía a profundidad; incluso recurrió a Diego Rivera para pedir alguna asesoría, pero: […] nos concedió una explicación tan complicada, que nos desorientó más […]. Así lo expresó en su El renacimiento del muralismo mexicano 1920- 1925.

En cuanto al tema, Alva se sintió atraído por la pintura histórica y eligió representar el momento en el que Hernán Cortés plantó la cruz en la tierra que hoy pertenece a Tabasco, tal como lo detalló Bernal Díaz del Castillo en su relato. Así, en el fondo exaltó los símbolos del imperio español: una carabela, estandartes y justo a la mitad, una cruz en diagonal sostenida por personajes ataviados a la usanza española; gente blanca y devota, que contrasta con los indígenas, mujeres y hombres sometidos. Mientras unos abrazan la cruz, otros renuentes aparecen desnudos y desaliñados, símbolo de la barbarie con que se les etiquetó en las construcciones ideológicas decimonónicas, herederas del siglo XVI, con el fin de someterlo en nombre de la fe.

La composición de Ramón Alva representa la idea vasconcelista que sostenía que si bien la religión había sido el vector civilizatorio del indígena, también anulaba su identidad propia y, carente de voluntad, lo ataba a una construcción ajena.

Con el tiempo, podría pensarse que esta fue una idea desmesurada propia del lenguaje colonial. Sin embargo, dado que el arte constituye una expresión del espíritu humano, es atemporal y contemporáneo al mismo tiempo, por lo que podemos releerlo y reflexionar sobre otras posibilidades. No obstante gracias a la intencionalidad con la que Alva de la Canal ejecutó este mural, hoy podemos entender que debajo de ese barniz ideológico con el que se cubrió la colonización, yace permanentemente el mundo indígena, con todo su brillo y color.

Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.

Bibliografía:

• Matute, Álvaro. La Revolución mexicana: actores, escenarios y acciones. Vida cultural y política 1901-1929. México, INEHRM-Océano, 2002.
• Roura Fuentes, Alma Lilia. Olor a tierra en los muros. México, EDUCAL, 2012.

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