San Ildefonso en el Tiempo | La compañía de Jesús y la reorganización imperial hispánica

 La compañía de Jesús y la reorganización imperial hispánica bajo el reinado de los Borbones

El rey perdió más que todos, no solo en no quedarle navío para las Indias  y en los que iba a percibir en las aduanas, sino que después fue preciso valerse de navíos franceses para el comercio de la América, que fue la ruina de sus intereses y la de sus vasallos… 


Vicente de Bacallar y Sanna, marqués de San Felipe



François Gerard. Luis XIV presenta a su nieto, el duque de Anjou, como nuevo rey de España, 

siglo XIX. Château de Chambord


 

Constituido por reinos, estados y dominios, el imperio español era un verdadero botín para cualquiera de las casas reales europeas. La muerte de Carlos II confrontó a dos familias: la francesa, representada por el matrimonio de Luis XIV con María Teresa, y la de Austria, en la figura de Guillermo III casado con Margarita Teresa. Una de las propuestas para evitar conflictos era una partición del imperio hispánico; sin embargo, la intención de mantener a toda costa la integridad del territorio fue lo que llevó a la llamada guerra de sucesión, que duró de 1705 hasta la firma de la denominada Paz de Utrecht de 1713. 

 

Posterior a la muerte de Carlos II en noviembre de 1700, el sucesor de la casa Borbón, Felipe V, ocupó el trono de España una mañana de febrero de 1701, con tan solo 17 años. Aunque la paz se pudo mantener durante cuatro años, Felipe V había heredado un imperio saturado de compromisos y con muy poca infraestructura para llevarlos a cabo. La realidad de esta situación fue evidente cuando la flota francesa detuvo un cargamento procedente de México con más de trece millones de pesos duros en plata que la corona estuvo a punto de perder, pero quizás lo más difícil fue saberse dependiente de la renta de flotas francesas para el traslado de riquezas y personas de un extremo a otro del Atlántico.

 

Del lado opuesto del cauce del río se encontraban las misiones jesuitas guaraníes que se interponían a los intereses de los portugueses, pues frenaban su avanzada hacia las tierras del interior donde los hacendados se internaban para capturar indios a los que se les explotaba en las plantaciones de caña de azúcar. Pronto se vio que la actividad jesuita, más que un beneficio, les significaba un problema. 

 

Por otro lado, en el norte del virreinato novohispano también se empezaron a hacer críticas sobre un comportamiento similar. Solo bastarían un par de décadas para que en estas regiones se negociasen los intereses económicos y territoriales de ambos imperios, lo que fue una causa determinante para la expulsión de la orden jesuita de todos los territorios del continente, sin olvidar que, con el pacto de familia existente entre todos los integrantes de la dinastía borbónica, estos se comprometían a apoyar y replicar las acciones de sus integrantes al momento de tomar decisiones sobre algún reino o dominio.

 

Después de años de conflictos armados, pérdidas económicas y territoriales inevitables, llegó lo que se conoció como la Paz de Utrecht, en abril de 1713. En este tratado se reconocía a Felipe V como rey de España y monarca del inmenso reino de América, pero a cambio perdió los reinos de Nápoles, Cerdeña, Sicilia, Menorca y Gibraltar, así como el estanco de la trata de esclavos. 

 

El cambio produjo una transformación total para imperio español: si bien no fue sencillo, los beneficios se vislumbraron poco a poco. Felipe V gobernó un estado en el que comenzaron a ser menos visibles las separaciones y obsolescencias de otras épocas; se comenzó a modernizar el ejército y se creó una nueva armada para defender las fronteras americanas; sin embargo, aún estaba pendiente la necesidad de reformar la economía, paso posterior que daría el monarca Carlos III bajo su reinado (1757-1788) y que se conoció como reformas borbónicas.


Jonatan Chávez

Historiador y Coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Colegio de San Ildefonso.



Bibliografía:

  • Bethell, Leslie (ed.). Historia de América Latina. Tomo II: América Latina colonial: Europa y América en los siglos XVI, XVII y XVIII. Barcelona, Cambridge University Press-Crítica, 1998.
  • Chevalier, Jean. Historia de los latifundios en México. México, FCE, 1997.
  • Decorme, Gérard. La obra de los jesuitas mexicanos durante la época colonial. 1572- 1767. Tomo I: Fundaciones. México, Porrúa, 1941.
  • Lozano Fuentes, José Manuel. Historia de España. México, CECSA, 1980.
  • Lynch, John. La España del siglo XVIII. Barcelona, Crítica, 1999.
  • __________. España bajo los Austrias. Barcelona, Crítica, 2010.

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